EL VALOR DE LA PALABRA: ¿”LER” O LEER?

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manuel ibaraPor Manuel Ibarra Santos

 

La corrección prosódica que hizo recientemente la niña Andrea, alumna del tercer grado de primaria, es una enseñanza para el Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, por el uso inadecuado de la palabra “ler”, en lugar de leer, hecho que se convierte en un asunto fundamental que pone en contexto la importancia del uso correcto del lenguaje, sin lo cual no puede haber desarrollo y libertad en una sociedad.

Qué pensaría el “Maestro de América”, José Vasconcelos, ante una experiencia de tal naturaleza. Quizá se volvería a morir.

Las naciones y la grandeza de una patria se construyen con palabras, pero también las dictaduras. La historia del ser humano puede reducirse, por lo tanto, a la relación entre pensamiento y las palabras, porque son estas últimas las que marcan origen y destino de las civilizaciones.

Todas las sociedades humanas comienzan y terminan con el uso de las palabras, con el intercambio verbal, con el decir y el escuchar, lo afirmó en su memorable ensayo “Nuestra Lengua”, el Premio Nobel de Literatura, Octavio Paz, al participar en 1997 en el Primer Congreso Internacional de la Lengua Española, celebrado en Zacatecas.

El autor de Libertad Bajo Palabra (1949) y El laberinto de la Soledad (1950) enfatizó que el uso correcto de la palabra otorga “el sentimiento y la conciencia de pertenecer a una comunidad; sin el uso adecuado de la lengua, los pueblos, sus historias y  valores de identidad no existirían o en todo caso sobrevivirían de manera débil”.

El mismo Octavio Paz, en alguna ocasión sentenció de manera provocadora que “con la deformación de la palabra puede iniciar la corrupción y la decadencia de una sociedad”. Carlos Fuentes enfatizó, por su parte, que la patria es la palabra.

El filósofo George Gadamer, padre de la hermenéutica moderna describe en su libro “Verdad y Método”, que la palabra es indefectiblemente libertad o cárcel, dependiendo del uso correcto o no que le den los seres humanos. Pero inexorablemente la lengua marcará el horizonte de la sociedad.

Por eso, la experiencia de Andrea, una alumna de tercer grado de primaria de una escuela pública que corrigió a un prominente egresado de la Universidad de Harvard, que en la actualidad es Secretario de Educación Pública (SEP), no es un asunto menor y pone de relieve la relevancia en el uso correcto de la lengua para construir la prosperidad de nuestra Nación y nos recuenta que la lectura es la piedra angular para el desarrollo del país.

LOS BAJOS NIVELES DE LECTURA EN LA SOCIEDAD.

En México y en Zacatecas, por cierto, prevalecen bajísimos niveles de lectura que es necesario modificar positivamente.

El Módulo de Lectura 2016 (MOLEC) del INEGI revela que en México se leen en promedio per cápita por año 3.8 libros, en tanto en Brasil 4, Colombia 4.1, Argentina 4.6 y en Chile 5.4. En los países de la Unión Europea, la mayoría de ellos superan la lectura de 10 textos por persona.

Zacatecas se encuentra por debajo de la media nacional y las entidades con mejores registro de lectura son Sinaloa, Sonora, Oaxaca, Nayarit, Guanajuato, Durango, Michoacán, Jalisco, Chiapas, Colima, Baja California, Coahuila, Puebla, Querétaro y Quintana Roo, según lo confirma el INEGI.

Por otra parte, la Encuesta Nacional de Lectura (2015) nos indica que la lectura de libros se ubica como la quinta práctica recreativa de la población mexicana, sólo después de la inclinación para ver televisión, hacer deporte, reunirse con amigos o familiares, oír radio y escuchar música.

La promoción de la lectura sigue siendo una asignatura pendiente.

 

 

 

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