En la actualidad las viviendas gastan mucha energía y ante esta situación el bioclimatismo ofrece una alternativa para ahorrar costos y reducir los contaminantes para el planeta, señaló el físico Daniel Solís Recéndez en su charla “Casas ecológicas: bioclimatismo y energía”, impartida en el Museo de Ciencias.

  El ponente, egresado de la Unidad Académica de Física, explicó que el bioclimatismo es el término con el que se definen las viviendas que están enfocadas a “ir en favor a la naturaleza”. Como ejemplo,  el invitado puso “la elaboración de casas en la antigüedad”, pues “eran bioclimáticas, en el sentido de que se elaboraban con materiales locales, como el adobe, que es esencialmente tierra”. Es decir, que son biodegradables y “no afectan lo más mínimo en su entorno”, además de que son bastantes confortables. “En invierno  –apuntó– son calientitas por adentro, en verano son bastantes frescas”.

   El problema, de acuerdo con lo que Daniel Solís planteó, es que eso ya se perdió y ahora se construyen viviendas que gastan mucha energía, “muy desconfortables”. Por esta razón el bioclimatismo surge como una manera de retomar lo que ya se tenía en la antigüedad: “Ir con la naturaleza”, utilizar energía alternativa renovable que disminuya el gasto elevado de la energía convencional y, con esto, reducir los contaminantes para el planeta.  

  Daniel Solís explicó el significado de las viviendas ecológicas, nombre genérico que se le da a los espacios ahorradoras de energía, los cuales tienen la característica no solamente de ahorrar electricidad, sino también  gas y agua.

   Y es que ahora –explicó– no solamente debemos preocuparnos por el agua para toda la población, el gas también es un recurso no renovable y, en ese sentido, todas las fuentes de energía actuales tienen el problema de que producen “mucho bióxido de carbono y esto es lo que está cambiando el planeta, a través del cambio climático”.

   Las viviendas ecológicas –continuó– tienen muchas ventajas: por un lado son más confortables, por otro lado, permiten el ahorro de dinero, “porque si se gasta menos energía (menos gas, menos agua, menos luz)”, obviamente los recibos llegan menos elevados.

   Para finalizar su charla, enmarcada en “Martes de la Ciencia”, el físico mencionó que en la actualidad los países de primer mundo llevan décadas trabajando lo relacionado a las viviendas ecológicas y ahora cuentan con ellas.

   En el caso de México –lamentó– éstas aún son una novedad. Sin embargo, ya se dio un primer paso, ya hay algunas casas ecológicas, aunque todavía son deficientes, afirmó Solís Recéndez.