El voto del magisterio mexicano y zacatecano será decisivo en los comicios del mes de julio próximo para determinar el triunfo de la continuidad o la alternancia. Miles y millones de votos de los educadores estarán en el centro de la disputa de los partidos contendientes y el que los gane alcanzará el poder de la República.
En Zacatecas existe el registro de aproximadamente 27 mil trabajadores de la educación en el nivel básico, que comprende preescolar, primaria y secundaria. Si se les suman a ellos los de bachillerato y enseñanza superior, la cifra casi llega a los 40 mil.
Las matemáticas electorales son objetivas y reveladoras. Si los trabajadores de la educación pudiesen influir conservadoramente entre dos y tres personas adicionales, entonces, el magisterio zacatecano pudiera movilizar en las elecciones la cantidad nada despreciable de poco más de cien mil sufragios, suficientes para conducir al triunfo a cualquiera de los candidatos de los contendientes.
Por eso, en la estrategia política de los actores participantes en esta contienda tendrá que considerar la conquista de la simpatía, el acompañamiento y el voto de los educadores.
En Zacatecas, el triunfo y la legitimidad política pasa inequívocamente por la revisión de la relación entre magisterio/gobierno y magisterio/partidos.
La administración de Alejandro Tello tendrá que partir de un examen realista y autocrítico de cómo se encuentra su nivel de comunicación con los trabajadores de la educación.
Si el trato ha sido sensible, civilizado y cordial, no tiene de que preocuparse. Pero sí este, al contrario, se ha caracterizado por los maltratos constantes, entonces, es de esperarse la rebelión de las masas magisteriales y de los liderazgos regionales.
El avance de la pluralización y la propia reforma educativa se han encargado de dinamitar el viejo concepto del control corporativo autoritario de los maestros.
EL PODER DEL SINDICATO MAGISTERIAL:
El Sindicato de Maestros, fundado en 1943, cuenta con una nómina de afiliados superior al millón 200 mil, lo que le hace ser una organización gigante y poderosa. Sin embargo, en la actualidad los trabajadores de la educación – electoralmente-, se mueven en un renovado espectro político de diversidad y pluralidad.
Con 75 años de historia, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, en más del 80 por ciento de su existencia, ha sido encabezado, increíblemente, sólo por tres profesores y sus grupos: de 1949 a 1972 fue manejado por Jesús Robles Martínez; de 1972 a 1989, el control estuvo en manos de Vanguardia Revolucionaria de Carlos Jonguitud Barrios; y de 1990 al año 2013, la hegemonía fue de Elba Esther Gordillo, sustituida hasta que ya no sirvió a los intereses de la clase gobernante.
En la actualidad el SNTE es presidido en la República, por Juan Diaz, un dirigente con fuertes retos y más aún cuando la propia reforma educativa nacional ha erosionado las estructuras corporativas de la organización sindical, en momentos en que el perfil de los profesores se ha transformado radicalmente en sus dimensiones profesional, social y política.
LA OMNIPRESENCIA DEL MAGISTERIO EN LA SOCIEDAD:
Lo que resulta una realidad, es que el magisterio tiene una extraordinaria omnipresencia en la vida de Zacatecas y México. No solamente es pilar para determinar la calidad educativa de la sociedad y factor de construcción y entendimiento de la historia nacional.
Los educadores son, desde luego, un componente básico para la conquista del poder público nacional.
Y quien cuente con el voto mayoritario del magisterio, será quien triunfe en las elecciones de julio próximo. Eso que ni quepa la menor duda.