ME PARECEN fuera de lugar los comentarios que aludían a un resentimiento por parte del gobernador del estado hacia la familia Aguilar y especialmente al popular cantante Pepe Aguilar por los spots en que participó para difundir obras del sexenio pasado.
SUPONER que por ese motivo Miguel Alonso Reyes se distanciaría de estos embajadores naturales de nuestra querida tierra, es un insulto a la inteligencia del mandatario estatal, que tiene perfectamente claro el cariño de los zacatecanos a sus ídolos a los que, estoy segura, también el aprecia y respeta.
Y ESTO quedó perfectamente claro con la develación de la escultura ecuestre de Don Antonio Aguilar Barraza, que se encuentra en la Plaza Tayahua en las inmediaciones del Monumental Lienzo Charro que también lleva su nombre, efectuada este fin de semana.
CON SUS homólogos de Durango y Nayarit, Jorge Herrera Caldera y Roberto Sandoval Castañeda, el gobernador Miguel Alonso presidió este evento que formó parte de las actividades del LXVIII Congreso y Campeonato Nacional Charro “Zacatecas 2012”
LO HIZO con la mejor actitud e incluso compartió emociones con doña Flor Silvestre y sus hijos Antonio y Pepe. No podía ser de otra manera, se trata de una familia de mucho arraigo zacatecano que, me atrevería a decir, ha asumido desde siempre, una actitud de respetuosa institucionalidad.
EN EFECTO, fue ésta una prueba más de admiración y cariño de los zacatecanos por don Antonio, que en vida, solía cultivar amistades entre la clase política del PRI asistiendo, en innumerables ocasiones, a campañas y actos políticos masivos.
ASI ERA el zacatecano que nunca se alejó del terruño y que permanecía largas temporadas en su rancho de Tayahua acompañado de su inseparable esposa que por decisión propia vive en esta tierra a la que, sin la menor duda, también pertenece desde hace muchos años.
EN FIN, que a través de la escultura, como advirtió el gobernador del estado, se honra la memoria de un personaje que se convirtió en leyenda, porque a través de su música y sus películas realizó una aportación a la historia de su Estado y de México.
COMO SE informó a los medios, la obra que muestra a Don Antonio montado en un corcel, es del escultor Javier Díaz Rivapalacio, pesa una tonelada y mide 2.90 metros de alto, 3.50 de largo, y 1.70 de ancho, tuvo un costo de 1.5 millones de pesos, y fue posible realizarla gracias a aportaciones diversas.
EN EL costado de la plaza donde se encuentra se colocó el nombre de Antonio Aguilar Barraza, los años de su nacimiento y muerte, 1919-2007, así como la frase “El tiempo pasa…y no te puedo olvidar”, con que inicia uno de sus temas más conocidos, “Tristes Recuerdos”.
COMO BIEN señaló su hijo Antonio, con esta escultura –y yo diría que sobre todo con el cariño y el recuerdo permanente a don Antonio-, se honra no sólo la memoria de un hombre sino también una tradición: la charrería.
LA FAMILIA Aguilar entregó al Gobernador un presente como muestra de agradecimiento y reconoció la aportación de Francisco Bañuelos, el principal patrocinador de la obra, así como a Roy Barragán, presidente del Comité Organizador del Congreso y Campeonato Nacional Charro “Zacatecas 2012”.
ANTE personajes tan entrañables y queridos por los zacatecanos y los mexicanos, era absurdo pensar que el gobernador diera lugar a un sentimiento tan absurdo como algunos quisieron difundir de mala fe.
Nos encontramos mañana en la 7 de Página 24