YA ESTAMOS EN CAMPAÑA PRESIDENCIAL

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manuelPor: Manuel Narváez Narváez

Email: mnarvaez2008@hotmail.com

Comienza la cuenta regresiva para la elección presidencial. Legalmente todavía faltan 9 meses para que se abra el proceso electoral y un año para que inicien las campañas proselitistas, pero en un país donde la Ley en la materia es letra muerta y el árbitro juega con el marcador y sirve a las dos minorías partidistas con mayor peso en el congreso federal, la disputa ya empezó.

Dentro de lo malo que implica esta sucesión presidencial, resulta positivo y hasta optimista saber que al gobierno de Peña Nieto solo le queda poco más de año y medio para irse. Por lo demás, el océano de estiércol al que están acostumbrados los políticos mexicanos se agitará como nunca y los spots de la propaganda oficial enviciarán el ambiente. No habrá paz para radioescuchas, televidentes ni lectores en al menos 15 meses a partir de ahora.

Desde ya, todos los que sueñan y creen que son la solución para acomodar este esquizofrénico rompecabezas de la administración pública federal, practican sus mejores uppercut y jabs para madrear al contrario, porque en México la palabra contienda y adversario significan ´disputa y enemigo´.

A veces me pregunto: “si son tan chichos y se las tragan ardiendo para solucionar tanto desmadre gubernamental”, ¿por qué no le pasan el dato al gobernante en turno o patentan la fórmula mágica?. Creo que Disney debería considerar contratar a tanto genio y hada madrina que abunda en las campañas electorales de este lado del muro.

Ya en serio. Margarita Zavala, Ricardo Anaya y Rafael Moreno están abiertos de capa por abanderar al PAN. Andrés Manuel López Obrador abrió sus cartas desde el 2006 y, el PRI tantea al menos peor de entre Miguel Osorio, Ivonne Ortega, Luis Videgaray y José Antonio Meade. Por la libre, es decir independiente, coquetea el Bronco de Nuevo León. Los otros tienen escasas posibilidades a falta de una gruesa chequera que los impulse.

De todos, los que destacan en las fotografías del momento actual, solamente la exprimera dama y cónyuge de Felipe Calderón; el tricandidato tabasqueño y el secretario de gobernación, son consistentes para aparecer en la boleta electoral en el 2018. El jefe de gobierno de la CDMX, Miguel Mancera, puede ser un factor determinante para inclinar la balanza; si va por su cuenta, quita votos a la oposición, pero si se alía con el de MORENA, robustece las posibilidades de López y compra boleto en primera fila para la toma de protesta.

Como patriotas horrorizados ante la conducta reprobable de EPN al frente del poder ejecutivo federal, nos resulta muy lejan la fecha de los comicios. Ah, pero con la esperanza de botarlos a Chihuahua un baile, aguantamos con estoicismo.

La ruta es sinuosa en suma, sin embargo, nada está escrito porque el dinosaurio conoce muy bien los trucos y las trampas. Los coletazos siguen siendo de peligro y cabe la posibilidad, con todo y que son lo pior, de que se agencien el premio mayor en la entidad con el padrón electoral más abultado del país, entiéndase Estado de México.

En EDOMEX la oposición va fragmentada, como siempre. El panismo y el perredismo de esa región son tan sui generis que le han facilitado las cosas al PRI, no de ahora, sino desde hace un par de décadas. Existe un factor determinante que imposibilita derrotar al tricolor en su cubil más importante: el dinero. Baste escudriñar las cuentas bancarias y propiedades de los cacicazgos históricos locales y prestanombres del PAN y el PRD para entender la razón por la que el priismo recobraría el aliento en junio de este año.

Por su parte, Margarita enfrentará dos campañas previas que serán feroces: el brutal golpeteo por ser la esposa del expresidente Calderón y la Misoginia de Ricardo Anaya, amén del caballo de troya encarnado en la persona de Moreno Valle y los focos amarillos en los gobiernos estatales de Veracruz y Chihuahua. Y si esto no la derriba, sí le pesa el cerco infranqueable que yunquistas siniestros han construido en torno a sus aspiraciones.

Mientras tanto, AMLO corre el riesgo de confiar la parte baja de su estructura y movilización a manos de roedores, estafadores electorales resentidos y arribistas que le están infestando el barco antes de arribar a puerto seguro. Este puntero, por ahora, tiene frente a sí el panorama más complicado para hacer valer la tercera, pues es el enemigo jurado del sistema de prebendas y privilegios que detentan hoy por hoy el poder. De los empresarios ya no tanto, ni de todos.

Así las cosas, la precandidata más sólida levanta la mano y jala la atención del respetable para decirle que ella es la única que puede derrotar a López. Implícitamente reconoce que el tabasqueño es el enemigo a vencer.

AMLO siente que ahora sí le impondrán la banda presidencial. Ya actúa como si  el ‘Mannequin Challenge’ de los sondeos actuales vaya a quedarse igual el día de la jornada electoral; ya le pasó en el 2006.

Y en el PRI, el sabiondo del presidente presume que la oposición no está lista para gobernar de nuevo. Ni que se la crean, con esos expertos en la transa grande y en revender al país, hasta Antonio López de Santa Ana es un párvulo.

Aun no son tiempos legales para hacer campaña, sin embargo, la ausencia de un árbitro confiable (INE) que aplique las reglas y contenga los aceleres, convalida la flagrante y sistemática violación a la Ley Electoral. Si lo hiciera, el PT y el PVEM no tendrían por qué seguir contendiendo, para empezar.

Es cuanto.

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