La violencia en el estado siempre es una mala noticia, opinó el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, y agregó que es una fuerte llamada de atención, tanto a la iglesia católica como a la sociedad, que ya debe despertar.
Entrevistado, Noriega Barceló consideró que en el incremento de la violencia en Zacatecas, a razón de dos homicidios diarios, ya no es un tema sólo de la autoridad y tienen que hacerse actividades de prevención y cuidar ala familia y la escuela.
No es partidario de “operativos mochila”, como se intentan en otros estados, porque, explicó, no responde a la violencia, y existen otras formas, no sólo que se cargue un arma, están el desprecio o el bullying entre estudiantes.
Aceptó que entre los que practican la violencia hay bautizados ¿Qué pasó ahí? Se preguntó y, autocrítico dijo “no evangelizamos como debiéramos, es un llamado de atención fuerte”.
Y en casos como prostitución entre mujeres menores de edad, como se dio a conocer durante la semana, es desconcertante llegar a esos niveles, pero tampoco se debe generalizar, consideró, pero las alertas ya existen.
En ese punto, como en el anterior, volvió al tema central que para él debe ser la familia “lo bueno y malo empiezan en casa”, sostuvo, y llamó a la reflexión y a ver los valores fundamentales.
Los jóvenes no se siente tomados en cuenta, además el entorno no ayuda y buscan opciones por otro lado.
Planteó mejorar el modelo educativo en familia e iglesia, porque lo que sucede actualmente es una alerta a que abramos los ojos a fomentar valores basados en el respeto.