Luego de que a Zacatecas se le asignara un presupuesto para el 2018 de más de 28 mil millones de pesos, para la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), eso no abonará a la grave crisis financiera que padece y padecerá el estado, al gobernador Alejandro Tello y sus diputados les faltó tacto y oficio políticos para lograr algo mejor.
José Narro Céspedes, dirigente nacional de la CNPA, dijo en conferencia de prensa, acompañado por Felipe Pinedo Hernández, dirigente del Frente Popular de Lucha de Zacatecas (FPLZ), que no hay por qué alegrarse con este presupuesto, pues refirió que en Zacatecas no podemos festejar nada ni para el campo ni para la educación, pues la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) seguirá en crisis y su salida será sólo incrementar su impuesto para el 2018.
Dijo que el presupuesto para Zacatecas está por debajo del 2012, en el último año como diputado federal, “porque hoy tenemos a un gobierno que no ha sido capaz de defender al estado ante la federación de los constantes recortes, pues tiene que andar cada quincena en la Ciudad de México ‘rogando’ que nos ayuden para salvar la situación en que se encuentra el estado; así no se gobierna”, puntualizó Narro Céspedes.
Abundó que este presupuesto es el reflejo de que trabajamos para pagar una deuda producto de un gobierno de corrupción de Miguel Alonso y no se ha tomado ninguna medida.
A nivel nacional el dirigente de la CNPA refirió que en el 2013 el presupuesto fue de Cuatro billones de pesos y este año con Cinco billones 300 mil millones representa un aumento del 25 por ciento, pero, insistió, disminuye para el campo.
Adujo que ello se debe que los recursos se están concentrando en el control policiaco militar a través de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ya que hay cifras dudosas y poco claras porque no se tomaron en cuenta los indicadores de inflación nacional; mientras que el presupuesto incrementa en Dos por ciento, las inflación en términos reales es del 6.5 por ciento, lo que representa un estancamiento económico nacional.
Presupuesto Electorero y de la Corrupción
Destacó José Narro Céspedes que hay incrementos importantes para bolsas electoreras y de corrupción en un 46 por ciento, mayoritariamente para obras de infraestructura y como bonos para los diputados y usarlos a discreción en los municipios y de manera arbitraria y corrupta, y donde la Secretaría de Hacienda (SHCP) los maneja de forma irregular a favor de los municipios.
Mencionó que cerca del 36 por ciento de ese presupuesto va para tres grandes obras que beneficiarán a las grandes empresas: el Conector Oriente, con cerca de Cinco mil millones de pesos, una obra que debió terminarse en el 2012 y que tuvo un costo de Ocho mil millones de pesos, pero a la fecha se han gastado en ella más de 25 mil millones, en beneficio primordialmente de Carlos Slim puesto que dicho conector pasa por su Planta de Tratamiento de Aguas en Tula, Hidalgo.
La segunda, la presa de El Zapotillo, que a pesar de haber una resolución de la Corte desde el 2010 para impedir su construcción, hoy se le asignan recursos para que se haga.
Y la tercera, el Sistema de Agua Potable de la Ciudad de México, con cerca de Tres mil millones de pesos, que es a donde se va el presupuesto que debería asignarse al agua potable, saneamiento y drenaje del país.
Por su parte, Felipe Pinedo redondeó que el presupuesto es tendencioso, pues no se verá reflejado en los sectores productivos de la economía, con la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) y sí en el escenario de la política de la pobreza donde se irán los votos, como la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Para Zacatecas representa un retroceso entendiendo que el presupuesto es semejante al último año de Amalia García Medina y a seis años estamos desfasados y no hay nada qué festejar.
“Zacatecas está destinado una vez más al atraso, a la marginación y a la ausencia de capital desarrollador de empleo y dinamizador de la economía”, concluyó.